¡No corrijas tus errores!

Querer corregir un error te hace el hacedor y esto se convierte en la fundación de los errores. A menudo, aquellos que están tratando de corregir errores se enredan en más errores. Aquellos que reconocen que cometieron errores están liberados de ellos.

Con frecuencia, cuando reconocemos un error, uno intenta justificarlo, sin tomar responsabilidad. Y a veces uno acepta que cometió un error y comienza a justificarlo o a sentirse culpable. Los errores se sueltan cuando uno es atormentado por su conciencia (viveka).

Puede haber fallas en cualquier acción, en cualquier situación o en cualquier persona. Trata una falla como tratarías a una flor. Así como una flor debe marchitarse después de un tiempo, también una falla.