Anhelar por sí mismo es Divino

Anhelar por sí solo es Divino. Anhelar cosas mundanas te hace inerte. Anhelar por lo Infinito te llena de vida. Cuando el anhelo muere, se instala la inercia. Pero el anhelo también trae sensación de pánico. Para evitar el pánico, tratas de alejar de ti el anhelo. La habilidad es soportar el pánico producido por el anhelo y seguir adelante. No trates de encontrar un atajo para vencer el anhelo. No hagas que el anhelo sea corto – esa es la razón por la que es llamado “anheeeeeelo”. (risas)  (hace un juego de palabras, dado que la palabra “anhelo”, en inglés contiene la palabra “largo”).

El verdadero anhelo trae por sí mismo montones de felicidad. Por eso, en los días antiguos se mantenía vivo el anhelo, cantando y escuchando kathas (historias). Cuando el anhelo trasciende las relaciones, los juicios, los celos  y todos los otros sentimientos negativos, desaparece. Es sólo con sabiduría y conocimiento de sí mismo que se puede trascender las relaciones. La gente piensa a menudo que la sabiduría está desprovista de anhelos. ¡No! Una sabiduría así está seca. El anhelo que acompaña a la verdadera sabiduría hace la vida más jugosa. ¡Lo Divino es de verdad jugoso! Lo divino te da el poder de bendecir. Bendice a la creación entera. Porque el anhelo dentro de ti, es Dios.