Los deseos para el placer de los sentidos son eléctricos en la naturaleza, y son neutralizados a medida que se mueven hacia los objetos de los sentidos. Si, por tu habilidad, puedes moverlos en ti hacia el centro de tu existencia, otra dimensión de placer eterno, emoción, dicha y amor inmortal, serán tuyos. La lujuria, la codicia, el poder y los celos son también poderosos, porque no son otra cosa que energía, y tú eres la fuente de ello – pura electricidad. La dedicación y la devoción mantienen la pureza de tu electricidad y te empujan hacia adelante.
Dándote cuenta de que tú mismo eres placer o electricidad, tus anhelos desaparecen y surge la serenidad. Recordando que morirás, te hace vivir ahora, libre de deseos y aversiones. Lo sabio es tener cuidado siempre y no enredarse y confundir a la mente.