La meditación eleva la mente - El sonido eleva la conciencia

Continúa del post anterior Secretos de meditación

La meditación sucede: tú no puedes hacerla. Sólo puedes crear un ambiente propicio para que suceda.
Durante la etapa de la adolescencia, la mente comienza a distraerse, a dejarse llevar y andar sin rumbo. La mente comienza a distraerse en el momento en que las hormonas se activan en el cuerpo. La mente de un niño está siempre enfocada. Pero, a medida que las hormonas comienzan a actuar en nuestro cuerpo, la mente empieza a dudar.
En la antigüedad, las personas aprendían yoga y meditación antes de llegar a la adolescencia. Por lo que en la etapa en la que la mente comienza a titubear, los jóvenes ya estaban entrenados para manejar su mente.  Una excelente edad para comenzar es a los 8 o 9 años, justo antes que inicien los cambios hormonales.  Es la edad ideal para iniciarse en la meditación, el yoga o bien las artes marciales.  El cuerpo y la mente están preparados, son flexibles.
Es la edad ideal. Sin embargo, cualquier edad es buena para comenzar a meditar.  Hoy en día, incluso los niños de 8 y 9 años tienen mentes titubeantes  - son muchos factores que influyen sobre ellos: la comida, el ambiente, el estilo de vida.  De todos modos, en comparación, estas influencias son de menor importancia.
Es necesario comprender algo: la meditación eleva la mente, la energía y la expande.  Un sonido puede elevar o encoger la consciencia.  El sonido tiene ese efecto en la meditación. 
Por ejemplo, cuando algo nos duele decimos “¡Ay!”  Lo mismo se dice en todo el mundo, desde Mongolia hasta Tierra del Fuego.  Y cuando algo nos asombra decimos: “¡Ay!”
Cuando dices “¡Ay!” ¿Dónde está el prana? En la parte baja del abdomen. Cuando dices “¡Ah!” el prana está en la parte media del cuerpo, en el tórax. “¡Ahh! No sabía…”
Cuando dices “¡Oh!” con mucha sorpresa, el prana está en la parte alta del cuerpo, en la garganta. La fuerza vital es más alta.
Cuando reímos ¿Cuál es el sonido? “Ja ja ja”. Hay un sonido “ja” en cada risa genuina. Al reír ¿qué sucede? Hay un sentido de expansión genuina.
Hay otras risas, la risa socarrona, astuta, de villano por ejemplo. Puede ser “Je je” o “Jo jo”. “Je je… ¿Ves? Yo te lo dije. Te caíste porque no me escuchaste”. Simplemente escuchando, puedes darte cuenta de qué tipo de risa es, si es sarcástica, si es burlona, si es arrogante o causada por el enojo. Las personas enojadas también se ríen pero es otro tipo de risa. Una risa genuina, abierta, como la de un niño es parecida a “Ja”.
En los momentos en que te has sentido feliz, esa felicidad estuvo asociada con el sentido de expansión. Y cuando te has sentido triste, ese sentimiento se ha asociado con el sentido de contracción. Hay algo dentro de ti que se expande cuando estás feliz, y algo que se contrae cuando te sientes triste. Pero nunca prestamos atención a eso que se contrae o se expande. Tendemos a llevar nuestra atención hacia afuera.
Vemos afuera la razón de lo que está sucediendo, pero esa no es la verdadera causa. No hemos prestado atención a la verdadera razón. Hay algo dentro de nosotros que se expande y se contrae. Gaudapadacharya, uno de los sabios de la antigüedad dijo: “Hay algo dentro de ti que se expande y vale la pena conocerlo”.
Apenas un vistazo de esta conciencia, esta energía dentro de ti, puede hacer que nada ni nadie te quite la sonrisa. Nadie puede entristecerte, nadie puede quitarte tu alegría. Con sólo un atisbo de eso que se  expande dentro de nosotros, la vida toma una dimensión completamente diferente.

Basado en la serie de charlas titulada “Secretos de la meditación” ofrecida por Gurudev Sri Sri Ravi Shankar el 21 de abril de 2012 en California. Estas charlas fueron convertidas en hojas de conocimiento. 

 

El secreto de los secretos

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