La postura correcta
para meditar

Continua del posteo anterior Secretos de la meditación.

A veces, las personas se sientan a meditar absolutamente inmóviles, rígidos. El esfuerzo y la rigidez no te llevan realmente al estado meditativo, sino por el contrario, pueden provocar cierto malestar.

Si has meditado, deberías sentirte liviano como una flor, suave, delicada, fresca. Si te sientes tenso, enojado, molesto, entonces no has logrado meditar.

Ahora bien, no pienses “¡Oh! Debo sentirme liviano y cómodo. Todo lo que dice Guruji que debe suceder”. Si lo haces, no sucederá. Es justamente esa ansiedad la te impedirá que puedas meditar. Es una situación especial: no puedes esperar que sucedan ciertas cosas, simplemente debes dejarlas ser ¡dejarlas ser!

Las experiencias llegan, cambian y se van. Cada día habrá nuevas experiencias en tu meditación. No importa. Sólo la técnica, el método debe ser el correcto. ¿Y cuál es ese método? No debemos estar rígidos pero, a la vez, debemos mantener nuestro cuerpo quieto y erguido.

Si tu columna no está erguida al comenzar, tu meditación puede no funcionar. Si estás recostado con tus piernas hacia arriba, del mismo modo en que miras televisión, tampoco funcionará.

Para comenzar, mantén tu columna erguida pero tu cuerpo, tus hombros especialmente deben estar relajados. Mantén tu cabeza derecha pero tu cuerpo relajado. Cierra tus ojos y déjate ir. Durante la meditación, si tu cabeza se cae hacia un lado, está bien. Sea cuál sea la posición que adopte, está bien. Pero no debes comenzar en esa posición. Como un abrigo colgando de una percha, tu espalda debería estar así de derecha.

Basado en la serie de charlas titulada “Secretos de la meditación” ofrecida por Gurudev Sri Sri Ravi Shankar el 21 de abril de 2012 en California. Estas charlas fueron convertidas en hojas de conocimiento.

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