Despierta y reduce la velocidad

El apuro por disfrutar le quita gozo a tu vida. Toda la urgencia que tienes en la vida niega la alegría y la libertad, aquí y ahora. A menudo uno ni siquiera sabe por qué está apurado. Estar apurado casi se convierte en un fenómeno biológico. ¡Despierta y sé conciente del apuro que hay en ti!

Anne Farrow dice: ¡Despierta y disminuye la velocidad! (risas)

Es ridículo estar apurado por reducir la velocidad. Sólo estando conciente del apuro mismo, debería bastar para resolverlo. Disminuir el ritmo no significa letargia o dilación. Es fácil estar en uno u otro extremo: estar apurado o estar letárgico. La febrilidad surge de una carencia, de una necesidad de lograr algo; mientras que el dinamismo es una expresión de la plenitud. La regla dorada es estar despierto, y estando despierto no puedes evitar ser dinámico.