La sabiduría de los secretos

Una persona sabia no hace esfuerzos para ocultar un secreto. Pero tampoco hace ningún esfuezo por revelar un secreto. Por ejemplo, tú no hablas sobre menstruación, muerte, etc. a un niño de cinco años, pero a medida que crecen, estas cosas ya no son ocultadas. Son conocidas como una cosa corriente.

Un persona no iluminada trata de proteger un secreto; y también revela el secreto en el momento equivocado, a la persona equivocada, en el lugar equivocado, y hace un gran alboroto sobre los secretos. Tratando de proteger un secreto causa ansiedad e incomodidad. Un ignorante no se siente cómodo con un secreto, ya sea revelado o no revelado, ¡pero el sabio se siente cómodo con un secreto, ya sea revelado o no!