Las tres energías
de los alimentos

El Universo está compuesto por cinco elementos primordiales: tierra, agua, aire, fuego y éter. Y cada uno de estos elementos tiene tres gunas o cualidades, que afectan al mundo y se manifiestan constantemente en situaciones, ambientes, acciones y también en la alimentación.

Estos gunas son sattva, rajas y tamas, los cuales están relacionados con el equilibrio, la agitación y la pesadez, respectivamente.

Gurudev Sri Sri Ravi Shankar, fundador de El Arte de Vivir, lo explica así: “Son tres los gunas que aparecen en los ciclos de la vida. El sattva trae equilibrio, alerta, conocimiento, interés, liviandad y alegría en un sentido amplio. El rajas genera deseos, egoísmo, inquietud y tristeza. Con el tamas llegan la desilusión, el apego, la falta de conocimiento y el letargo. Los tres se presentan en la vida una y otra vez. Aunque estas cualidades van y vienen, podemos mantener nuestros niveles de sattva elevados y disfrutar de una mejor calidad de vida”. 

Si bien las prácticas espirituales contribuyen a incrementar el sattva, la alimentación es un factor importante para mantener el equilibrio del organismo.

 

Comidas sáttvicas

Son aquellas que purifican el cuerpo y calman la mente. Una dieta sáttvica contempla comidas livianas y puras, ricas en prana (energía vital). Al mejorar la calidad mental y la energía, también incrementa el estado de conciencia. Ayuda a restaurar el balance del organismo y a reconstruir los tejidos del cuerpo. Comer liviano es sáttvico, tanto como consumir los alimentos dentro de las tres o cuatro horas posteriores a su cocción. Incluyen:

•    Frutas frescas.
•    Vegetales verdes, como la espinaca o rúcula.
•    Vegetales frescos o al vapor, cocinados con especies moderadas.
•    Granos como el arroz y el trigo.
•    Semillas y nueces crudas o ligeramente tostadas.
•    La leche fresca es sáttvica, pero una vez pasteurizada se hace ligeramente tamásica.
•    Las especies como el jengibre, el cardamomo, la canela y el coriandro.
•    El gusto moderadamente dulce, como por ejemplo miel o azúcar integral.

 

Comidas rajásicas

La comida rajásica estimula el cuerpo y la mente, y los lleva a la acción. En exceso, estos alimentos pueden causar hiperactividad, agitación, enojo, irritabilidad y falta de sueño. También incrementan el nivel de toxinas en la sangre. Las comidas demasiado gustosas son rajásicas. Incluyen:

•    Alimentos excesivamente picantes, salados o amargos.
•    Alimentos fritos y tostados
•    Ají, ajo, cebolla, pepinillos, vinagre, vinos, bebidas alcohólicas, gaseosas y café.
•    El exceso de brócoli, coliflor y la mostaza también pueden convertirse en alimentos rajásicos.

 

Comidas tamásicas

Este tipo de comida es el que embota la mente y trae inercia, confusión y pesadez. Los alimentos rancios o recalentados, los que son demasiado aceitosos o pesados y los que contienen conservantes artificiales se incluyen en esta categoría:

•    Conservas, alimentos enlatados, carne y pescado.
•    Leche excesivamente fría o pasteurizada, el cuajo y el queso.
•    La ingesta de grasas, aceites, azúcares y dulces en exceso.
•    Azúcar blanco (refinado) y harina blanca.

Todos los alimentos producidos por el daño a los seres vivos (como la carne y el pescado) son rajásicos o tamásicos en su constitución y es aconsejable evitarlos. Los alimentos preparados en un ambiente tamásico, sucio o tóxico, aunque sean sáttvicos en su naturaleza, se convertirán en tamásicos.

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