Guru Poornima

Se llama Guru Poornima al día del Maestro, pero en realidad, es el día del Devoto. Guru Poornima es el Año Nuevo de quien busca lo espiritual.Hay tres tipos de personas que llegan al Maestro: el estudiante, el discípulo y el devoto.

Un estudiante va al maestro y aprende algo, consigue alguna información y después se va de la Escuela. No hay mayor información, es como mirar un libro, una guía turística. Tú vas con el guía turístico a ver un lugar, y te muestra todas las cosas; o como un policía de tránsito que algunas veces te dirige, o como alguien a quien le preguntas:”¿Dónde está tal cosa?” y ellos te dan alguna información. Tú la tomas y dices: “Bien. Gracias.”, y ahí termina todo, ¿no es cierto? Has ido a la escuela primaria, a la escuela media, a cualquier grado que sea, y has logrado información; aprendiste sobre la mente, aprendiste sobre computadoras, aprendiste sobre matemáticas, y aprendiste que 2+1 es 3. El alumno es quien junta información, pero la información no es conocimiento, no es sabiduría, ¿no es así?

Después está el discípulo, el discípulo sigue el ejemplo del Maestro. Pero un discípulo está con el Maestro con el propósito de aprender sabiduría, con el propósito de mejorar su vida, con el propósito de obtener iluminación. El tiene un propósito, una causa, no está juntando información, sino que va un poco más profundo. El trata de transformar su vida. El quiere que su vida tenga sentido. Eso es  un discípulo.

Y después está el devoto. Un devoto no llega por la sabiduría. El, simplemente, se regocija en el amor. Se ha enamorado profundamente del Maestro, del Infinito, de Dios. No le importa si logra la iluminación o no. No le importa si adquiere mucho conocimiento o sabiduría o no. Pero cada momento, y todos los momentos, está inmerso en el amor divino, lo que es suficiente para él o ella. Es raro encontrar a un devoto.

Alumnos hay en abundancia, los discípulos son pocos, pero los devotos son escasos.

No hay nada grande en llegar a ser Dios, o ser Dios. Lo quieras o no, ya todos somos Dios. Una piedra también es Dios. Tú también eres Dios. Todo es Dios, Dios  ya está allí, pero es grandioso llegar a ser un devoto. ¿Puedes ver esto? Todo, lo quieras o no, ya es Dios, pero el amor, la devoción florece en algún lugar. Cuando la devoción ha florecido totalmente, la flor ha florecido, eso es un devoto. La atracción está en todas partes, el amor está en algunos lugares, pero la devoción es rara. La devoción es hermosa. Un alumno llega al Maestro y Gurú con lágrimas en los ojos. Hay tantos problemas, y cuando se va, lleva las mismas lágrimas, pero la cualidad de las lágrimas es diferente, son lágrimas de gratitud. Las lágrimas fluyen todavía, pero estas son de gratitud, de amor; es tan hermoso llorar por amor.  

El que ha llorado aunque sea una vez por amor, conoce el sabor de esto, del renunciamiento y de la devoción; y la creación entera se regocija con esto. La creación entera está anhelando por una sola cosa, las lágrimas transformadas, de lágrimas saladas a lágrimas dulces.

Uno de los discípulos de Buddha llamado Sariputra, es iluminó. Cuando esto sucedió, Buddha le dijo:” Ahora, parte, ve por el mundo y predica, enseña y haz el mismo trabajo que yo hago, continúa con mi trabajo.” Entonces Sariputra dejó a Buddha, pero él lloraba y lloraba, y la gente le preguntaba: “¿Por qué lloras si te has iluminado? El respondió: “A quien le importa esta iluminación, podría haber esperado. Yo hubiera esperado. Yo ni preocupé por ella, ni la pedí, porque el gozo de estar a los pies de Buddha era tan enorme. Ser un devoto era estupendo, ahora lo extraño, hubiera preferido eso más que la iluminación.”

No hay separación, no hay diferencia, no hay distancia, pero tiene un sabor diferente, un gozo diferente. Eso es un devoto, un devoto no puede caer nunca, no puede caer, y no hay chance para ello.

Cuando Krishna estaba abandonando su cuerpo, habló con Uddhava. Con lágrimas en sus ojos, dijo:”No puede soportar la enorme devoción que estas Gopis tienen por mí, ve y diles que estas devotas de mí, sólo ellas pueden liberarme de su gratitud y de su amor.” Es tan hermoso, él se regocija: “Ve y diles que esa es la gloria de los devotos, yo no estoy en el paraíso, yo no estoy en un templo, pero cuando mis devotos cantan, estoy exactamente allí.” La devoción es algo que puede mover hasta las rocas.  

Había una vez un Maestro Sen que siempre pensó que estaba iluminado. El iba por ahí diciendo: “Estoy iluminado”. Sucedió que se encontró con uno de sus Maestros, quien le dio un acertijo llamado koan. El “koan” era: La estatua tiene ojos, las lágrimas ruedan silenciosamente.” Escuchándolo, el Maestro Zen se conmovió y dijo: “Hay profundidad en esto.”

El amor es algo que hasta la Divinidad se regocija. El infinito anhela por ti tanto como tú anhelas por él. Está esperando para recibirte. Dios está ansioso por tenerte cerca. De modo que, cuando florece un devoto en este planeta, Dios está muy feliz. Por eso Guru Poornima es el día del Devoto.

Como la paternidad y la maternidad, hay una “Gururnidad”. Tenemos que jugar a la “Gururnidad” con alguien por lo menos. ¡Sí jugamos! Consciente o inconscientemente, todos ustedes son el Guru de alguien. ¡Te lo pasas dando consejos y guiando a la gente, dándole amorosos cuidados! Todos ustedes lo hacen, pero háganlo al 100%, sin esperar nada a cambio: eso es vivir con el principio del Guru. No hay diferencia entre la Divinidad, el Ser y el Guru. Son todos uno. La meditación es relajarse y reposar. Piensa en todas las cosas por las que estar agradecido, pide lo que quieras para el futuro, y bendice a todos. Recibimos tantas bendiciones y deberíamos también bendecir a todos los que lo necesitan.