Ponerle un freno a la ansiedad

En ciertos momentos de la vida es común sentir estrés, temor o ansiedad. La ansiedad ante el resultado de un examen, los nervios de la primera cita o el estrés del primer día de trabajo pueden resultar familiares. Un poco de temor es normal, es como la sal en la comida; es necesario para permanecer atentos, disciplinados, enfocados y dinámicos.

El problema comienza cuando ese temor se hace persistente y tan intimidante como para interferir en la vida diaria. Entonces se convierte en un problema de ansiedad, un estado de inquietud excesiva o de temor a lo desconocido, el cual necesita ser tratado.

Si bien el yoga por sí solo no debería ser considerado como una única opción, es un eficaz complemento en paralelo con las terapias médicas. No tiene contraindicaciones y es útil para todas las edades y personas.

Algunos síntomas de ansiedad son:

  • Estado de pánico, asustado e inquieto.
  • Pensamientos obsesivos respecto de experiencias traumáticas.
  • Pesadillas frecuentes.
  • Problemas para dormir.
  • Manos y pies transpirados.
  • Palpitaciones frecuentes.

¿Cómo puede el yoga ayudar a superar la ansiedad?

La práctica regular puede calmar la mente y aportar confianza a la hora de afrontar los desafíos diarios. El yoga idealmente incluye un paquete de asanas (posturas corporales), pranayamas (técnicas de respiración), meditación y la antigua filosofía de vida.

 

Recomendaciones:

#1: Mover el cuerpo y liberar la mente con asanas: al finalizar la sesión de posturas, probá descansar con Yoga Nidra.

#2: Aplicar pranayamas o técnicas de respiración: tienen el poder de aquietar el torbellino mental y relajar la tensión corporal.

#3: Meditar: unos pocos minutos de meditación por día otorgan un descanso profundo y revitalizan el cuerpo y la mente. Ayudan al insomnio e incrementan la energía.

#4: Experimentar la filosofía del yoga: conocer y aplicar la sabiduría antigua en la vida diaria, la cual habla sobre principios simples pero muy profundos, como el contentamiento, la buena alimentación, la compasión y el servicio, entre otros.

#5: Rezar: desarrollar el hábito de la plegaria y cantar bhajans (canciones devocionales) llenan de energía al organismo.

#6: Pensar en los demás: la ansiedad aumenta cuando los pensamientos sobre “yo”, “lo mío” y “mí” se hacen constantes. En cambio, dirigir la atención hacia los demás, ayudarlos y brindarse por el otro redundan en satisfacción y positividad. Un poco de servicio social cada día es un buen antídoto contra la ansiedad.

#7: Reconocer lo efímero del mundo: cuando nos damos cuenta de que todo lo que nos rodea es temporario y va a cambiar, el relax y la calma surgen desde el interior. Aparece el sentimiento de que “todo esto pasará y no durará para siempre”, que libera la ansiedad acumulada.

#8: Rodearse de compañías positivas: al pasar más tiempo con gente positiva, es más fácil sentirse influenciado por pensamientos similares, los cuales se reflejarán en la actitud frente a la vida. Sólo una mente positiva puede traer alegría, paz y relajación.

 

Basado en las enseñanzas de Gurudev Sri Sri Ravi Shankar

 

 

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