Los bebés, maestros de yoga

Por Gurudev Sri Sri Ravi Shankar

Un bebé ha hecho todas las asanas del yoga desde el nacimiento hasta los tres años. Un bebé nace con Adi-mudra (con el pulgar en la base del dedo pequeño y los otros dedos cubriendo el pulgar y haciendo un puño). Y cuando se duerme, lo hace con Chinmaya mudra (dedo índice y el pulgar en leve contacto y los otros tres dedos tocando el centro de la palma). ¿Has visto a los bebés dormir? Ellos no duermen con sus palmas abiertas como los adultos. Duermen haciendo Chinmaya mudra.

Podés observar a los bebés en cualquier parte del mundo, sea Mongolia, África, América del Sur, Rusia o Asia, todos los bebés hacen yogasanas. Así que no tenés más remedio que ser un experto en yoga desde tu nacimiento. El asana es sólo un recordatorio para reinventar, reutilizar las posturas que estábamos haciendo en el pasado cuando éramos bebés.


Los asanas entrenan el cuerpo. Si ves a un bebé acostado, te darás cuenta de que nunca tiene las piernas en el piso. Las piernas están siempre por encima del suelo. ¿Has observado esto? Hacen shalabasana.
 Después, hacen naukasan. También levantan la cabeza y las manos junto con las piernas. Luego hacen pavanamutkasana. Toman sus dedos de los pies y tratan de ponerlod en su boca. Van hacia su estómago y tratan de hacer Bhujangasan. Se apoyan en su abdomen y tratan de agarrarse de los dedos de los pies por detrás la espalda y hacen la postura del arco o dhanurasan. Luego tratan de ponerse de pie con ambas manos y las piernas y tratan de hacer trikonasan. Se balancean con una mano y las dos piernas y miran hacia el cielo. Si lo hacen hacia un lado, es inevitable que lo hagan hacia el otro también.

Cada estiramiento que el bebé hace, lo hace de ambos lados si es un bebé sano. Luego, lentamente se paran y se caen, y todo eso... No sólo se sientan tranquilos. Ellos tratan de saltar.

El chico sacude todos sus órganos internos. Cuando un bebé se ríe, se ríe desde la panza. Los padres deben dejar llorar al niño, un poco de llanto es bueno. Con esto todos los músculos del cráneo y los huesos se ajustan de forma natural. El llanto es un ajuste craneosacral. Cuando un bebé llora un poco, aumenta su apetito y sus pulmones se abren. No mucho llanto. Un poco de llanto es bueno.



Las asanas no son como los ejercicios aerébicos o la gimnasia, tienen que ser coordinadas con la respiración y la atención. Si estás levantando los brazos hacia arriba, sé plenamente conciente de que estás levantándolos hacia arriba, cada centímetro de ellos. En la gimnasia sólo tenés que levantarlos. Tu atención o la conciencia no están allí. En el yoga, el cuerpo, la respiración y la mente están todos unidos. Es en cámara lenta, como la danza, que va desde una postura a otra.

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