"A Un buen líder es confiable, ecuánime, transparente, visionario y tiene personalidad agradable. Él o ella tienen una misión, espíritu de sacrificio, compasión y compromiso."
Liderazgo es una manifestación de un fuerte amor y compasión por la gente. Representa un compromiso con los principios. En ese sentido, un cierto grado de liderazgo está dormido dentro de cada individuo. El reto es cuando uno tiene que fortalecerlo. Aquí encontrarás diez cualidades de liderazgo para ser líderes efectivos.
Habilidades de Liderazgo Efectivo:
A true leader—whether political, religious or social—has many challenges to face. Un verdadero líder —ya sea político, religioso o social —tiene que enfrentar muchos retos. La capacidad de expresar el compromiso individual varía de un individuo a otro. Con frecuencia se ve opacado por los gustos de cada uno. Sin embargo, un líder debe ver a cada uno desde el mismo punto de vista, y medir a todos con la misma medida. Tiene que saber cómo y cuándo diferenciar, así como la tan necesaria sabiduría para actuar en el momento preciso.
La sociedad en la que vivimos y los grupos que representamos no son homogéneos y uno no puede satisfacer a todos. Aunque un líder tiene que guiar a todos y ser justo con todos.
Un líder debe soportar las críticas y no reaccionar emocionalmente en las diversas situaciones. Con frecuencia los líderes están rodeados de sicópatas, quienes tratan de alimentar sus egos para lograr sus propósitos personales. Un líder no necesita manos y pies porque tiene gente en quien apoyarse a su alrededor. Al mismo tiempo, no debe ponerse en la posición de rodearse de una fortaleza siendo inalcanzable o dejarse cautivar por sus admiradores.
Una de las más deseables cualidades de un verdadero líder es la de darle la mano a sus críticos, y paciencia para escucharlos. Un verdadero líder acepta los errores con tanta ecuanimidad como aceptaría el éxito que llegue a su puerta. En estos días los líderes están a la defensiva todo el tiempo, explicando sus resoluciones o justificando sus acciones equivocadas. Un verdadero líder ni se queja ni explica, y tiene disposición para aprender todo el tiempo. Admite un error del pasado y crea lazos con otros, quienes tienen puntos de vista completamente diferentes; lo que puede hacerlo un líder más aceptado en general.
Un verdadero líder equilibra la ideología y practicidad, objetivos a largo plazo y necesidades a corto plazo. Aquellos que únicamente se apegan al idealismo no pueden volverse líderes y aquellos que piensan que son muy prácticos y sin ninguna ideología también fallan.
Un líder no puede ni generalizar ni ser específico. Tiene que mantener el equilibrio entre darle atención personal a la gente y una visión general del grupo, la comunidad o el país que dirige.
Un líder debe tener el coraje de aceptar sus momentos de debilidad. Debe entender que la gente es magnánima. Ellos apreciarán su sinceridad y aceptarán sus defectos más fácilmente.
Algunos líderes son muy diplomáticos mientras que otros son muy sinceros en sus actitudes. Aunque la gente no confía en aquellos que son muy diplomáticos, tampoco quieren tener ninguna relación con aquellos que son muy agresivos y justifican su rudeza considerándola sinceridad. Las personas que son muy sinceras y hoscas en su trato con los demás no tienen seguidores. Es como afinar una guitarra, si las cuerdas están muy tensas no suena, y si están muy flojas tampoco puedes crear música. Un líder debe tener el equilibrio entre diplomacia y sinceridad.
Mientras que la gente presumida aleja a otros, aquellos que se apropian de cada buena acción del grupo también crea distancia. Un líder debe reconocer la forma en que contribuyen otros y al mismo tiempo observar que no se les suba a la cabeza.
Un líder puede unir a una multitud, pero debe saber que una multitud sólo se mantiene unida por poco tiempo. Un líder sin visión reúne a una multitud, un líder con sabiduría crea un movimiento. Mahatma Gandhi, Nelson Mandela, y Martin Luther King, Jr. son ejemplos inspiradores de líderes que crearon grandes movimientos de gente.
Todo esto puede sonar a utopía, pero en realidad, si observas con atención, la vida de la mayoría de los líderes exitosos, encontrarás que estas cualidades se manifiestan en forma natural en un momento u otro. No tienes que hacer mucho para asimilar estas habilidades de liderazgo; sólo tomar conciencia es suficiente para hacer un buen líder.
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